claro de luna

"Es verdad que muchas de las veces que empiezo a escribir no tengo idea lo que voy a escribir, pero eso es lo que me gusta de esto... es impredecible" (NN)
Las gotas ya no caen, las hojas se levantan saltando de rama en rama.
El bosque está café claro, tratando de asemejarse a una polvareda de tierra.
Cuando oscurece, la noche se ve a través del lago que refleja las luces que hay alrededor.
Ella estaba sentada cuando el anzuelo picó más fuerte, lo soltó inmediatamente y volteó a mirar lo que había a su alrededor, dos halcones de caza merodeaban las ramas más bajas del eucalipto.
Cuando corrió a casa ya no había nadie, cuando fue al pueblo pensó que era un sueño, cuando gritó ya no quería estar despierta.
Se tropezó mientras corría a los teléfonos más cercanos sin saber por qué, se levantó sin saber por qué.
Se puso a correr hacia el lago, subió a uno de los botes a remo, se alejó de la orilla y soltó los remos mientras se recostaba viendo como el cielo estaba iluminado.
Sus ojos eran claros, un poco de azul y un poco de gris. Su pelo era negro hasta la cintura, su boca la recorrían sus dedos largos de piel blanca como la luna que la veía querer morir.