Wednesday, August 03, 2011

st

levantarse del barro y crecer hacia el sol que alimenta la respiración más profunda.
y luego girar y brotar y ceder y bailar al ritmo del viento que pasa desapercibido,
desapercibido para la mayoría.
quejarse de la falta de lluvia antes de la primavera y soltar las posibilidades
de que todo vuelva a empezar.

Monday, May 09, 2011

proyecto c

Sentado en la mesa tipeando en el computador se me ocurrió que quizás podría escribir una novela. Una de esas que se venden por 10 lucas en una librería y, que si suficiente gente la lee, se convierte más tarde en una película que hace que todos los críticos diga que el libro era mejor, pero que rescata su esencia, la historia en su intimidad, y luego la reinventa con propósitos comerciales en un intento de llenar salas y luego vender y arrendar para aprovechar hasta la última gota la propiedad intelectual que las generó con miras a generar suficiente dinero para…

Cuando chico me imaginaba que un mundo perfecto funcionaría sin dinero. En la universidad tuve un profesor que decía que el mundo perfecto era uno en que la mitad de la gente divertía a la otra mitad, la mitad del tiempo y vice versa. Quizás mi ideal iba en el mismo rumbo, en un mundo en que las diferencias no fueran marcadas por lo que tienes o potencialmente puedes tener, en un servirse todos a todos, en vez de unos trabajar para otros pocos.

Tengo dando vueltas en la cabeza dos palabras: Marx y trabajo. Si fuera cierto lo que dice Marx de la alienación, probablemente la mitad del mundo está perdido, perdón, 4/5 del mundo, probablemente. Si el trabajo fuera lo único que hace hombre al hombre creo que tampoco me gustaría ser hombre (o mujer, para tal caso).

Siempre he tenido la idea romántica de irme a vivir a una comunidad, con mi familia, con hijos, educándolos nosotros mismos, cosechando y dejando de lado lo que hoy en día hace y deshace a la civilización: la tecnología. Quién necesita Internet cuando tiene un libro y una chimenea?

Pero tal es el caso de que me gusta la comodidad. Lo fácil que es ser uno con la rutina y poder disfrutar el tiempo que al final del día debieras tener para ti y probablemente también para compartir con los demás. Me gusta escribir, pero podré vivir de ello? La respuesta a esa pregunta que se deben hacer muchísimas personas todos los días es no, al menos para un 95% de ellos les sería imposible vivir como ellos quieren solamente escribiendo. Es miedo o falta de talento? En la comunicación existe lo que se llama la improbabilidad, de que el otro me entienda, de que el otro comparta conmigo lo que quiero decir y de que le llegue esa información. Bueno, esa disuasión que hace el mundo real en tu cabeza para con tu mundo ideal es la barrera perfecta para que dejes de hacer lo que sueñas. A veces es suficiente para que ni lo intentes siquiera y te rindas antes de tiempo.

Me obsesiona el tema de la educación, y por lo mismo de las palabras. Dicen por ahí que el colegio y la universidad te enseñan palabras, por lo tanto te enseñan a pensar y a sentir (desde el punto de vista de lo que puedes comentar con otro e incluso contigo mismo). Si solamente puedes decir lo que sabes, cómo explicas algo que sientes sin comprender? Suena un poco a un libro de autoayuda que me negué a leer, quizás si exploras tu interior podrías inventar las palabras que te hacen falta.

Te enmarcas en las palabras, empalabrar.

Odio las diferencias, no porque existan, sino porque siempre hay otro que las tiene que hacer presente, otro que te dice que eres feo o flaco y que notoriamente te desarticula de un modelo cultural preexistente de lo que debiera ser y no es.

Quizás alego mucho. Cuando pendejo me creía bastante idealista y espero todavía serlo. Idealista porque creo que en alguna parte está la verdad, y la verdadera libertad, y es solamente el ser humano el que es incapaz de derribar las capas de humo que existen entre lo que vemos y lo que es. Si fueramos ranas en cautiverio y nos alimentaran con moscas muertas nos moriríamos de hambre (gracias maturana) y lo mismo vale para nosotros. No somos ranas, y los que tenemos suerte no nos morimos de hambre (y menos comemos moscas) pero somos incapaces de ver más allá de lo que estamos determinados para ver.

Ponen varias ratas en un laberinto, y las filman como intentan salir para comer el queso que les espera en las afueras. Las ratas suelen aprender, y los hombres también, pero nunca irán a enrostrarle a los seres que las tienen atrapadas para sus experimentos.

Pensemos en matrix. Si un ser humano es capaz de saber que está siendo engañado y al mismo tiempo saber que prefiere ser engañado porque es una forma más fácil que lo que se viene… divangando.

Al final creo que lo propio del ser humano es la búsqueda. Desde una madriguera hasta un amor. La búsqueda incesante de algo que hacer, algo que soñar, de las posibilidades infinitas que tenemos en la mañana optamos por ir a trabajar en vez de escaparse a la playa para… ir a trabajar para no perder lo obtenido y para ganar más, para tener otros horizontes a los cuales mirar. Si solamente toda la gente fuera capaz de encontrar su nicho (hoy en día todo es expresado de manera económica).

Hoy somos todos consumidores, quizás antes de ser personas. Hay dos tipos de personas, los que consumen lo que quieren y los que consumen lo que les alcanza.

Me miro al espejo y pienso: esa es la cara que piensa todas estas cosas: qué mierda. Y me miro como esperando algo, una expresión universal que pudiera unir todo, un aleph (y eso que no estoy ni soñando) y como no estoy soñando me meto a Internet, el santo grial del siglo pasado y del milenio que empieza. Quién fue el hijo de %$&/” que inventó semejante cagada y no incluyó un manual de instrucciones. Siempre buscando los marcos de referencia, las reglas que quieres tirar a romper como si fuera lo único que podría salvarte.

Quizás esto se parece mucho a un manual de autoayuda. Para ir al baño o para ponerse un chaleco sin morir en el intento.

Me entrené para mostrar versiones cortas y exageradas de mi mismo.

Y sin embargo me gusta, me gusta creer y me gusta encantar, maravillar. Qué sería de nosotros sin el otro que está más allá de uno, ese otro que te ve y a veces aprecia, ese otro que quieres encantar, o a veces encarar y mandar a la mierda. Sería muy aburrido tener que escribir estas letras que forman palabras, frases, oraciones y párrafos sin tener con quien compartirlos.

Siempre me han dicho que mi problema es que soy muy disperso, personalista, orgulloso, ególatra. Pero me gusta como soy, aunque sea y suene poco humilde, me gusta bastante.

He creido en repetidas veces que no tengo ninguna especialidad, me he dedicado a aprender y saborear tantas cosas distintas que no me dedico a ninguna en la que me pueda llamar especialista. Me gustan tantas cosas y quiero hacer tantas otras que reparto mi tiempo dividido en miles de partes para tratar de hacer todas y cada una de ellas.

Me dijeron que cada uno tenía un niño interior y que ese niño buscaba siempre el placer (esta teoría tiene una similitud, al menos en mi cabeza, muy semejante a la de freud, del yo, ego y super yo) y que cada vez que cedes al placer, ya sea para tener sexo o masturbarte, o comer, o fumarte un cigarro (el que acabas de encender) es cuando cedes a que ese niño interior cumpla lo que quiere, esa inmediatez que sugiere que quiere todo ahora.

Quizás nunca escriba un libro, quizás nunca me lea alguien, pero aunque solamente sea yo el que lea y escriba seré más feliz solamente por eso. Esa pizca de esperanza y entereza que te da hacer algo distinto y nuevo que complementa cierta parte de tu mutable naturaleza.

Monday, May 02, 2011

nací ayer

cuando encuentre una chica buena moza me casaré con ella ayer mismo. y entonces, cuando conozca a sus padres, ya la habré dejado embarazada. no habrá nada que puedan hacer. estará todo listo.