ella estaba mirando el mar a través de una ventana que hacía que todo se viera lejos.
Cae en un sillón, sin un cigarro, sin música, sin ojos que la observen.
Cierra los ojos tratando de no estar y pone su cabeza entre sus dos manos.
Luego se recuesta y recuerda las últimas palabras de su padre: "vas a quedarte sola".
Y se quedó sola, mirando el mar, a través de una ventana.

corte

se cortó la luz. no hay velas, no hay linterna.
me paseo por las piezas oscuras tratando de buscar algo para tomar.
Las luces de afuera me ayudan a encontrar la cocina que está sucia hace semanas.
abro una botella, me sirvo y me voy a sentar al sillón a pensar algo.
qué voy a hacer cuando amanezca...
trato infructuosamente de prender la tele porque ya se me olvidó que la luz estaba cortada...
caigo rendido en mi sillón, tengo que esperar como media hora más para que salga el sol

si pudiera soñar

la lluvia ya no caía ni por siacaso.
estaba pegado a la pared que, helada, me movía los pies de un lado a otro junto a la maldita gravedad.
recordaba las clases de mortalidad el invierno pasado, cuando habíamos aprendido que nos podríamos tropezar.
La pared se sentía frágil, y yo me tambaleaba con mis pies atados al techo.
iba y venía igual que un péndulo. no sé cómo llegué a quedar en esta posición pero lo había logrado.
luego de un rato tomé un cuchillo que estaba amarrado a mi cinto y me dejé caer sobre mi cabeza.
fue bastante doloroso, pero me puse de pie y me fui a duchar para ir al trabajo.