Wednesday, August 30, 2006

golpes

y bueno, estaba el color de la pared envuelto en mi sangre.
la escena se repetìa una y otra vez en mi cabeza y todavìa no podìa fijarla, todo daba vueltas.
me habían golpeado fuertemente en la calle hacía una hora, patadas en la cara, lo suficiente como para que pudiera volver a mi casa a vomitar en el baño y pasearme por mi pieza dejando rastros de mi sangre en las paredes.
quién me había golpeado? ni idea.
lo más raro fue sentir una especie de satisfacción, algo así como haber pagado una pena que cargaba hace algún tiempo y que quizás ni siquiera me había dado cuenta de que la llevaba.