demarytierra

sabía que no podía parar. las veces que había visto esto en mi cabeza todo había pasado muy distinto. las luces se estaban por apagar y todavía no estaba listo. no había música para desconcentrarse. no veía nada más que la piel de su espalda, respiré profundo y la abracé intentando alejar las dudas, de ambos. nunca pude negar la espalda de una mujer. la recosté a mi lado y cerré los ojos esperando que ella hubiera hecho lo mismo. luego le dije que se durmiera y en la mañana pensábamos en el resto. "ya fue, no recuerdes nada..." dijo antes de dormirse, no sé si se hablaba a ella o me lo decía a mi. la cama parecía grande para los dos, y sucia para ella. nos tendríamos que acostumbrar. la vela que quedaba prendida se apagó. me dormí llorando y tratando de recordar por qué la había golpeado.

ya el título me sugería algo, jugar con palabras al menos, tratar de no decir blasfemias, tratar de concentrarme en poder despedirme adecuadamente. y las luces partieron su rumbo. y las sombras se instalaron gracias a la gravedad. y entonces salté, y no cai. estuve flotando un rato, y pensando en cómo me iba a despedir. las cárceles se fueron disolviendo, y se podía ver el futuro en los semáforos. las playas desaparecieron devoradas por la luna. lo peor es que nunca exagero. y bueno, lo único que me queda para decir es adiós, ojalá que te vaya bien, aprendí harto contigo, nos veremos otra vez algún día.

Oculta tras la sombra, Alegría decía mentiras descalzas, se encorvaba y desaparecía. Huía saltando de árbol en árbol cuando olvidaba reuniones. Comía, o más bien tragaba, desamparo y desliz. Cuando se topaba con maldad se arañaba las cejas, dejando incautos a su paso a los perros mensajeros jubilados. Tomaba de la mano a los ratones y a las palomas, y luego los soltaba. Antes de cada día comprendía el suicidio de los chistes, la desesperación de las peras, la fe de los pobres dragones y los resfriados de los unicornios. Pero siempre decidía olvidarse y alejarse de los agentes del caos. Sobresalía su nariz. Su nariz de bibliotecario en problemas. Su nariz de conejo con neumonía. De pavo sin alas. De profesor sin lentes. Su nariz de alegría. Su nariz que no era nariz, pues no tenía nariz de bodega, de desayuno, de complemento ni de cartílago. Su-no-nariz. Cuando entraba en detalles, siempre desvariaba... Comentaba de asesinos de cometas y tragaluces. Pero hablaba especialmente de su padr...

Si las causas fueran justas envenenarían al cielo. Arena que nadie pisa y se olvida y se hunde sin respirar. Alcemos a la ironía como la reina de las luces, y al desastre, nuestro padre. Lanza la carcajada injusta al sueño por los aires. Rueda la bobería plantando minas de azúcar para endulzar el asfalto. Y las ruinas se construyen, nuevamente, sobre los cielos. La madre patria es perdonada por las golondrinas del único creador. Poeta que alzó las luces nerviosas del siglo, que intentaban consolar a Dios-desaparecido, A Dios necio y vil y marchito, A Dios sonrisa y delirio y embriaguez.

la canción no favorece mucho para un momento feliz, y sin embargo aquí estamos, tratando. tratando de no resbalarse, de no bailar, de no tomar mucho, ni muy poco. de no estar sobrio, de no ser bocón, de no hablar de drogas con uno mismo. no voy a ningún lado. me rindo. no me levanto, no me acuesto, ni me despierto ni me duermo. no estoy triste. giro, un giro solo solitario y volvemos a la ruta. Hago un trueque tengo que cambiar el paso porque esto no va a resultar.

Trae los cantos, los arroja y huye despavorida. Sin piedad, mata. Sin sabor, destroza. Inconciente, reza... el río acostumbra a tragar los peces pero la gente no los ve. la mirada cree encontrar salidas en vano, y las curvas pretenden olvidar las razones. la lluvia salta a conclusiones poco certeras, mientras el viento aplaca las ganas de salir a volar. la música no se escucha, ni se tolera, ni se entrega, el mar no se rinde, siempre implacable y temerario, las raíces no se esconden ni se escudan ni se alimentan ni se pierden, se encuentran revoloteando como mariposas de agua dulce esperando ser bendecidas. Y ella, ella salta, y se cae, y entorpece el camino del aire que la acaricia, rueda y vuela, y se moja y nada, y escucha y hiere, mientras perfora árboles y ultraja al mar. Ella no se mira, no se da cuenta, no habla, no pregunta, no duerme.

si en este momento pudiera borrarme de la mente de la personas que sufrirían con mi muerte, lo haría.

Cada día se hacía más necesario un norte que cada vez se veía más lejano.

cuando abrió los ojos, la vio al lado suyo, y por su sonrisa supo que había estado intentando seducirlo en sus sueños.

a tu manera

la gente solamente se levanta para apagar sus cigarros en sus relojes. la vida es sueño, o la vida es juego? sentirla tocar tu mano es erótico? fácil? romántico? cuál es tu color favorito... me preguntaba mientras la voz me decía que volara hacia Mexico en vacaciones no merecidas. la magia de las telas de araña está en la ciencia artística de comer la presa. y si lo que escupo nunca más vuelve a leerse, de qué sirve? la tierra gira redonda, pero nadie golpea la mesa. usufructar. mendigar. perdonar? sobre-vivir? la cabeza estable es la que per-ma-ne-ce. Esto tiene algún sentido? No lo sé... no lo sé.

quieres ir de paseo más tarde? quieres volar conmigo. quieres caer a la suerte de los que mueren sin alas, cayendo hacia el vacío de la esperanza de un niño con balas de juguete, intentando matar demonios tras las puertas de los closets, y bajo las camas. si todos somos como pequeños monstruos comiendo nuestros sueños al desayuno...

y cuando te duermas, sueña que estás volando, y que ves todo lo que hiciste, y todo lo que amaste en tu pasado. y verás todo lo que te espera, todo lo que conocerás. la alegría que vas a llorar. las penas. los tropiezos y las caídas. y sabrás que tienes que seguir volando hacia lo que te espera. y en la mañana, mira las montañas y los árboles por primera vez. :) la sonrisa de un lado a otro, y un optimismo más grande incluso hacia lo que te va a herir. y la fortaleza que sientas, se la dedicas a tus nietos, y a tus hijos.

las últimas palabras que escuchó fueron: "ándate al carajo" qué era eso? bueno, igual lo entendía bastante bien, después de todo se estaba yendo al carajo hace rato. Siguió caminando, pensó en prender un cigarro, luego pensó en apagarlo. fue a mirar el mar. se subió a una roca que queda cerca del cementerio esperando pensar en alguna respuesta. cerró los ojos mientras unas gaviotas se lo llevaron de vuelta al mar. y mientras nadaba en el agua fría gritó algo que no alcancé a escuchar. Entonces yo prendí un cigarro y me vine a escribir en mi cuaderno de colegio, mientras mi hermano nadaba cerca de aquí.

read it while listening to "nothing better" - postal service i know i lost her. i just couldn't grasp it. she's gone with another, she's far away. i don't need patience, i need a punch, in the head, in the f. heart. just stop it beating and i will tell you why later. by the way, if you were really listening, thank you.

la razón fue simple. no podía parar de escribir esa noche. las gotas de agua caían cerca de la ventana. la lluvia venía desde ayer por la tarde, antes de que cayera el sol. cuando se hizo de noche no paraba de llorar. la casa estaba sola. nadie me podía escuchar escribiendo, ni llorando. la luz tenue de una ampolleta vieja me arropaba como si quisiera ser mi madre. cuando se fundió por fin, solté el llanto, la lluvia cesó, y tragué una daga que llegó a mis pulmones antes de volver envuelta en sangre. algunos lo llaman honor. otros lo llaman guerra. yo la llamo soledad, y nunca en su perra vida me ha contestado. cuando volvió la lluvia ya estaba cansado, y tropecé camino a la chimenea. un par de golpes en la cabeza me hicieron terminar de soñar. y de escribir.

sabía lo que iba a pasar. además de dispararle en el hermoso trasero por imbécil, la iban a meter a la cárcel... lo peor era que yo iba a estar implicado. entramos al banco y nos descuidamos un segundo y el guardia que había visto su pistola, le disparó en el trasero. yo me escondí como un cobarde inteligente (no había llevado la pistola :p) y cuando la arrestaron ni me miró. fue la primera vez que se fue de mi lado y la última vez que la vi... antes de que intentara irme a cortar las bolas por dejarla sola, 7 años después (por buen comportamiento)

como un cigarro que se niega a morir porque tus labios son lo más dulce que ha probado.

la estaba recibiendo por segunda vez en la habitación. era una golpiza a ratos. o una mujer que te pide que la mates a gritos. o una droga que no te podría hacer mejor ni peor a la mismaldita vez. la segunda vez fue más tranquilo, sabía lo que venía. tenía la experiencia para prepararme, para pararme frente a. me raparon el pelo y comenzaron a darme alcohol con una pistola apuntando a mi sien. luego quisieron cortarme otro dedo del pie, para que nunca más pudiera correr lejos. un perro me mordió un brazo y se le trabó la mandíbula... cuando desperté estaba mareado y tenía vendajes en varias partes del cuerpo, cuando desperté sabía que podían volver en cualquier momento y que tenía una salida fácil.

tengo un gusanito libre que quiere hacer cosas por gente que quiere, gente como tu. galaxia

Soy como un gusanito libre y lindo que hace cosas invisibles por la gente que quiere. gente como tú.

mi amada maga vuela entre los rayos al anochecer. va pintando mis colores en el cielo negro. cruza las calles con un cigarro entre sus pequeños dedos de bruja. suspira con sus labios rojos y su pelo largo como un río de rulos melancólicos. entra en la última puerta, del último piso para atarme con navajas al suelo. besa mis labios queriendo comérselos, como una loba hambrienta muerde mi cara y mi cuello, como una loca ríe a mi lado. y luego se duerme en mis brazos, mostrando su lado claro, su sonrisa de niña, y su cuerpo blanquinegro de la noche sin estrellas.

Estaba tratando de llorar cuando se apareció con el viento. Quería jugar conmigo, quería intentar caminar un poco más lejos de la playa. La herida que había creido mortal pasaba a ser un simple y monótono dolor. La espalda le pesaba, el viento cedió, arena en los pies y agua en los oídos tratando de escuchar los pasos de los caballos. Enfrentó al mar como si quisiera morir, como si su corazón no latiera, como si su muerte fuera, no sólamente cosa segura, sino un deber de la naturaleza. aunque suene como un maldito comercial de desodorantes, o condones, sabía que iba al sacrificio y no conocía el otro camino.

la calle estaba mojada. los pies buscaban un camino a casa mientras las manos buscaban un cigarro y un encendedor. las luces de la calle eran una buena compañía a las 5 de la mañana. la última vez que pisé esta acera estaba mareado con el alcohol. la noche se estaba acabando cuando entré al edificio, al departamento, a la pieza donde me estaban esperando... terminé amarrado a la cama, drogado y casi sin respirar antes de que se fueran.