las raíces nunca morirán, pero no encuentro el árbol
Mira, no sé qué decirte. Siempre que pienso en ti como que me entra la duda. Te saludo, te abrazo. Qué voy a hacer la próxima vez que te vea. O podemos hablar como de más atrás, a quién creerán los lectores que le escribo? Bueno, la verdad yo la sé, yo sé lo que te digo y lo que no, yo sé los rencores que te podría estar guardando y las mentiras que te dije a pesar que me revuelve toda la guata como los calderones de brujas con ojos de salamandra. Pero pienso en ti (piensa positivo) y nunca te he podido odiar. Pienso en ti y no entiendo por qué no te puedo querer.